jueves, 18 de noviembre de 2010

El "bullying": más que acoso escolar

Lo que está en boca del puertorriqueño promedio es el tema del bullying. Dicho término lo había traducido hace algún tiempo como ser víctima de bravucones, pero los medios lo han traducido como «intimidación» o «acoso». Realmente proviene del acoso escolar donde la víctima vive una agonía constante por los ataques sin tregua que reciben de ciertos compañeros de escuela, que, a su vez, agravan su dolor y lo reducen a cero.

Dicha conducta no es nada nueva. Sin embargo, es ahora que se habla de ello en Puerto Rico y me parece que es gracias a los medios de comunicación. Irónicamente, en mi opinión, son los medios de comunicación los responsables de la proliferación de tal conducta.  Son los medios televisivos los que tienen programas extremadamente violentos a horas pico. Son los medios noticiosos los que exacerban el morbo cuando presentan gráficamente la violencia que vive el País. Nos hace insensibles. Es la radio con sus programas de comentarios donde los radioescuchas se agreden de palabra y el moderador se lo goza en grande.

El bullying es más que acoso escolar; es violencia, como es la violencia contra la mujer, violencia contra los homosexuales, violencia contra quien disienta del agresor, bravucón o bully. Se puede llamar bullying, incluso, las vejaciones que sienten los empleados gubernamentales que son de ideología contraria a la del gobierno de turno. Por último, bullying es el patrón de conducta que manifiesta un gobierno totalitario --como el que tenemos en la actualidad-- que atenta diariamente con acabar con la democracia y los derechos civiles que tienen todos los puertorriqueños.

Ya es costumbre ver en los noticiarios cómo se vejan los derechos de la minoría en ambas cámaras legislativas.  Lo que los bullies del Senado y la Cámara no se dan cuenta es que mientras más intimidación hay contra sus contrarios (no dije adversarios), más es el acoso que siente el pueblo ante tal atropello. Bullying es legislar sin tomar en cuenta la opinión de la mayoría --no es la mayoría partidista--, sino el punto de vista del pueblo.

Bullying es hacer las cosas a la cañona. Es una actitud totalmente maquiavélica donde lo único que importa es la satisfacción aberrada del agresor o bravucón al lograr su plan. Tengo conocimiento personal porque, por años, fui víctima de lo que hoy le llaman bullying.

El problema que tenemos en Puerto Rico es que nunca se ha hecho nada por lidiar con el problema. Los responsables sólo están por recibir su salario --no dije ganarse un salario porque hacerse de la vista larga no es ganarse el salario-- y no les importa lo que ocurre a su alrededor. La actitud es: deja eso, o de eso no se habla.

Todos los puertorriqueños somos víctimas de bullying. Nos hacen víctimas cada vez que arrinconan más la democracia en nuestro país.  La democracia está moribunda, víctima de un gobierno totalitarista y antidemocrático, víctima de un desgobierno bully. Lo triste sería que hagamos como la mujer maltratada, le perdonemos todo y volvamos convivir con el mismo gobierno.

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