1. tr. Evitar un daño o peligro. U. t. c. prnl.
2. tr. Eludir con arte o astucia una dificultad prevista. U. t. c. prnl.
3. tr. Sacar ilegalmente de un país dinero o cualquier tipo de bienes.
4. prnl. fugarse (‖ escaparse).
5. prnl. Desentenderse de cualquier preocupación o inquietud.
La primera acepción de evadir un daño o peligro es la razón natural de cualquier ser humano durante toda la vida. Si vemos que corremos un daño inminente, tratamos de buscar refugio o ayuda para eviatar tal daño.
La segunda acepción que dice que "evadir " es eludir con arte o astucia una dificultad imprepista, me trae a la mente lo que hacen los legisladores ante las preguntas incisivas que le hace la prensa. ¿Cuáles son algunas de las evaciones más comunes de los legisladores? Bueno, pues: esas son viles mentiras; no tengo conocimiento al respecto; es totalmente falso; jamás haría algo así. Sin embargo, las autoridades despachan la cosa con: no tengo comentarios; a nosotros no ha llegado conocimiento de nada. En ambos casos, tanto los legisladores como las autoridades recurren a evadir la situación argullendo ignorancia.
Hay otro grupo que cae en esta definición, las mujeres. ¿Acaso no se han dado cuenta de cómo las mujeres evaden tres temas? Las mujeres evaden la edad, el peso y lo que ganan. Pregunte a una mujer la edad que tiene y pueden o propinarle una cachetada o sencilamente decirle de varias maneras que tal información no es asunto suyo. O sencillamente mentir y quitarse de dos a cinco años.
En la tercera acepción vuelven a caer los legisladores y todos los rufianes que tenemos en este país. La moda es no informar todos los ingresos en la planilla; que no nos paguen con cheques sino en efectivo; y poner todos estos ingresos ilegales en cuentas bancarias en bancos foráneos que no tienen vículos con los EEUU.
La cuarta acepción es a la que recurren todos los delincuentes entre los que se encuentran traficantes de drogas, legisladores, delincuentes y legisladores nuevamente. Ante la inminente captura porque ya hay evidencia de que son culpales, evaden la jurisdicción y se marchan del país.
Como vemos, todos de alguna manera, somos evasores y hemos sido evores desde los comienzos del mundo. De manera que la evasión no es la moda del Siglo XXI, pero tampoco la erradicará nada ni nadie. Y, como las cucarachas, segurá siendo tema por los siglos de los siglos. Amen.
Evadir la responsabilidad: cuando los maestros federados abandonan los salones de clases para piquetear en el paro de la UPR. ¿Quíén se queda con los estudiantes quién les enseña?
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